Su hallazgo data de septiembre de 2019 y las huellas son las más primitivas, en comparación a las icnitas (huellas) de Cal Orko de Suce, Toro Toro de Potosí y de Anzaldo de Cochabamba.
Se encuentran en el único yacimiento amplio y grande a nivel departamental porque consta de 10 niveles portadores de icnitas (huellas) de dinosaurios.
En el municipio de Entre Ríos se descubrieron otros tres pequeños afloramientos con pisadas que están distantes a 15, 30 y 60 kilómetros del Cañón de Santa Ana.